La Colonia y los asesinos (1936)

Federico García Lorca salió del Gobierno Civil camino de Víznar entre el 17 y el 19 de agosto, según las diversas teorías. Lorca, vestido con pijama, llegó a La Colonia (una casona destinada a vacaciones escolares que fue desalojada por los sediciosos, para ser usada como cárcel, a primeros de agosto) a bordo de un vehículo en el que viajaban los banderilleros Juan Arcoyas Cabezas y Francisco Galadí, y un delincuente común apodado El Terrible.

Retrato de Federico García Lorca en la Huerta de San Vicente.
Retrato de Federico García Lorca en la Huerta de San Vicente.

En La Colonia estaban ya presos, a la espera de su inminente fusilamiento, el maestro de Pulianas Dióscoro Galindo y un chico acusado de robo a mano armada.

Según las diferentes reconstrucciones, el vehículo llegó al Palacio del Cuzco de Víznar, donde los facciosos habían montado su cuartel general, y pidió la venia al jefe del sector, el capitán José María Nestares, y luego siguió camino a La Colonia. Allí, en el piso inferior, Federico García Lorca pasó las horas finales de su cautiverio antes de ser fusilado, el 17 de agosto (otros investigadores sostienen que un día o dos después) en un lugar aún no aclarado situado entre los términos municipales de Víznar y Alfacar.