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En el otoño de 1932, Pura Maortua de Ucelay, directora del Club Teatral de Cultura Anfistora (asociación cultural de teatro a la que pertenecía Lorca y a la que él bautizó con este nombre), consiguió rescatar una copia de la obra y montó una representación el 5 de abril de 1933 en el Teatro Español. Iba precedida de La zapatera prodigiosa. Lorca dirigió los ensayos y la puesta en escena.

Intérpretes: Don Perlimplín: Santiago Ontañón; Belisa: Pilar de Bascarán; Marcolfa: la señora Domínguez; Madre de Belisa: Pilar Gracia; los duendes: dos niños de una familia muy cercana a Lorca, Augusto y Andrés Higueras. Música de Scarlatti (todos los entreactos estaban unidos por sonatinas de Scarlatti y constantemente los diálogos estaban cortados por acordes y fondos musicales), ejecutada al piano por Pura Lago, escenografía de Ontañón y vestuario de Pura Ucelay.