TEA_08-17

En una entrevista firmada por Nicolás González-Deleito publicada en la revista madrileña Escena, en mayo de 1935, evoca su manera pausada de escribir: “Cinco años tardé en hacer Bodas de sangre; tres invertí en Yerma… De la realidad son fruto las dos obras. Reales son sus figuras; rigurosamente auténtico el tema de cada una de ellas… Primero nota, observaciones tomadas de la vida misma, del periódico a veces…. Luego, un pensar en torno al asunto. Un pensar largo, constante, enjundioso. Y, por último, el traslado definitivo: de la mente a la escena…”.