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El argumento procede de uno de los poemas que Lorca compuso durante los veraneos en la casa de Valderrubio y que conforman su inicial Libro de poemas, editado más tarde, en 1921. El joven Lorca sentía predilección por las poesías de tono panteísta protagonizadas por animales bajo la influencia directa de Rubén Darío (véase el poema Los motivos del Lobo). Muchas de aquellas pequeñas fábulas fueron excluidas de la selección final, aunque alguna sobrevivió gracias al empeño de Mora Guarnido y del editor Gabriel García Maroto, como Los encuentros de un caracol aventurero. Entre los poemas descartados y perdidos había uno que hacía referencia a la “mínima aventura” de una mariposa con un ala rota que cae en un nido de cucarachas. Las curianas la acogen y curan. Cuando recobra su vigor, hace una pirueta en el aire y deja desolado al hijo de una cucaracha que se había enamorado perdidamente de ella. Federico solía recitar con gracia aquellos poemas que luego, en impresos, perdían parte del encanto.