POE_08-57

Entre marzo y mayo de 1932, Lorca de una serie de conferencias por todo el país, la mayoría bajo la organización de los Comités de Cooperación Intelectual de la República. Estuvo, entre otros lugares, en Vigo (Arquitectura del cante jondo, el 27 de marzo), en Santiago de Compostela (conferencia-recital sobre Nueva York, el 7 de mayo), y en La Coruña (Arquitectura…, el 8 de mayo)…

Fue para él una gran satisfacción visitar de nuevo Galicia (había estado en 1916 con su maestro Domínguez Berrueta), nunca había olvidado aquel paisaje y había incorporado a su repertorio muchas canciones gallegas de los Cancioneros galaico-portugueses de los siglos XII, XIII y XIV.

La amistad con Ernesto Guerra da Cal será fundamental. Cuando Federico hace este viaje a Galicia va imbuido de todo lo que le había contado Ernesto, que vivía en Madrid. En este viaje empieza a concebir sus poemas en gallego. De hecho, fascinado por la plaza de la catedral, y por el hecho de saber que antes fue un cementerio, escribe Danza da lúa en Santiago. Regaló el manuscrito a Carlos Martínez Barbeito (perdido).

A su regreso a Madrid, leyó el manuscrito a Guerra da Cal y surgió la idea de colaborar para hacer un libro de poemas en gallego. Así surgió en el verano de 1932 Madrigal â cibdá de Santiago. Al volver ese verano a Galicia con La Barraca lo recitó y dejó a todos sorprendidos. Lo entregó para su publicación a una revista y ahí empezó el mito sobre su capacidad de concebir poemas en gallego, aunque lo cierto es que contó con la ayuda de Guerra da Cal. En un par de años, tendrían otras cinco composiciones. Y el 27 de diciembre de 1935 se terminaría de imprimir en Santiago de Compostela.

Madrigal a la ciudad de Santiago. Autógrafo de 1932 de Federico García Lorca.
Madrigal a la ciudad de Santiago. Autógrafo de 1932 de Federico García Lorca.