POE_07-54

La muerte del diestro fue el resultado de un cúmulo de fatalidades que terminarían el 11 de agosto, en la plaza de Manzanares, con el torero corneado gravemente por el toro Granadino. Sus compañeros de cartel, Alfredo Corrochano y Armillita, se encargaron de terminar la corrida mientras Sánchez Mejías se desangraba en la arena y pedía que lo obedecieran y trasladaran a Madrid en ambulancia.

José Bergamín, presente en el coso, lo acompañó en la ambulancia y en la agonía. El torero falleció la mañana del 13 de agosto. Lorca, que se encontraba de viaje con la compañía La Barraca, estuvo al tanto de la evolución del diestro por vía telefónica. No quiso ir a Madrid, no quiso ver la sangre ni la agonía. Se rindió ante la fatalidad, los malos presagios y la admiración hacia el amigo: “Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, / un andaluz tan claro, tan rico de aventura. / Yo canto tu elegancia con palabras que gimen / y recuerdo una brisa por los olivos”.

Ilustración de José Caballero para la primera edición. En ésta Lorca dudaba entre las palabras a elegir para poner en la orla. Cambió el nombre de la Virgen y se negó a que apareciera el nombre del toro que acabó con la vida del torero, Granadino.
Ilustración de José Caballero para la primera edición. En ésta Lorca dudaba entre las palabras a elegir para poner en la orla. Cambió el nombre de la Virgen y se negó a que apareciera el nombre del toro que acabó con la vida del torero, Granadino.